Podría aumentar sus posibilidades de ser habitable
Científicos han obtenido señales de radio "coherentes" de un planeta a 12 años luz de la Tierra, lo cual podría sugerir que este cuerpo celeste tiene un campo magnético.
Dichos campos son esenciales para que un planeta sea considerado habitable, puesto que protegen toda forma vida de los constantes bombardeos de radiación cósmica y otras partículas del espacio.
Se trata del planeta rocoso YZ Ceti B, el cual orbita alrededor de una estrella del tipo enana roja llamada YZ Ceti. El descubrimiento fue detectado por la Fundación Estadunidense Nacional de Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés).
Según la hipótesis, la señal pudo originarse de la interacción entre el campo magnético de YZ Ceti B y su estrella, similar al efecto de las auroras boreales en nuestro mundo.
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Clave para encontrar mundos que sostenga vida
Según explicó Joe Pesce, director del observatorio de radio astronomía nacional del NFS, la búsqueda de planetas con potencial de ser habitados en otros sistemas solares dependerá de si estos cuerpos rocosos, similares a la Tierra, cuentan con estos campos magnéticos.
En el caso de esta detección, el planeta probablemente cuenta con uno, además de que ofrecería un método prometedor para detectarle más.
La detección se hizo con el telescopio Karl G. Jansky y ante su fuerte señal, se cree que el campo magnético de este planeta también lo es.
¿Qué es el campo magnético?
En el caso de la Tierra, se trata de una capa de cargas eléctricas que rodea nuestro planeta y que se extiende hasta el espacio exterior.
Se genera por el sobrecalentamiento del planeta, sobre todo, por el hierro líquido que conforma el núcleo de nuestro mundo, ubicado a 3000 kilómetros bajo tierra.
Cuando el calor de este núcleo se libera, el hierro se mueve en relación a las corrientes internas del mundo, generando las poderosas cargas eléctricas. La rotación de la Tierra sobre su eje genera este campo magnético.
Los campos magnéticos pueden desviar los llamados "vientos solares", así como otro tipo de radiaciones cósmicas provenientes del cosmos. Sin esta capa protectora, dichas partículas arrancarían nuestra capa de Ozono, dejándonos indefensos ante la radiación de los rayos UV.
La información de este descubrimiento fue publicada en un artículo de la revista Nature Astronomy, donde los autores describieron las señales de las "emisiones radiales de auroras". Dicho nombre fue bajo la teoría de que las ondas de radio de este planeta resultan de interacciones similares a las que presenciamos en la Tierra con las auroras boreales.
Pese a que los resultados preliminares del estudio de estas ondas de radio no se habían visto antes, el equipo de científicos afirmó que necesitan confirmaciones más certeras de que estas ondas de radio son en efecto provenientes del planeta.
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