La historia de la primera foto de la Tierra desde el espacio: un logro científico con un cohete nazi
¿Sabías que la primera foto de la Tierra tomada desde el espacio se remonta a 1946? Sí, has leído bien, casi dos décadas antes de que el primer satélite artificial, el Sputnik 1, fuera lanzado al espacio por la Unión Soviética en 1957. Esta increíble hazaña fue lograda por un equipo de científicos estadounidenses que utilizaron un cohete V-2 modificado, que había sido capturado a los nazis al final de la Segunda Guerra Mundial.
El cohete V-2 era un arma de destrucción masiva que los nazis usaban para bombardear ciudades aliadas durante la guerra. Sin embargo, también era el primer vehículo capaz de alcanzar el espacio exterior, lo que despertó el interés de los científicos que querían explorar las fronteras de la atmósfera terrestre. Por eso, después de la guerra, Estados Unidos y la Unión Soviética se repartieron los restos de los cohetes V-2 y los llevaron a sus respectivos países para estudiarlos y modificarlos.
El cohete logra capturar la primera imagen del planeta Tierra
Uno de los proyectos más ambiciosos que se realizaron con los cohetes V-2 fue el de tomar fotos de la Tierra desde el espacio. Para ello, se instaló una cámara de 35 mm en la nariz del cohete, que estaba programada para tomar una foto cada segundo y medio durante el vuelo. El cohete alcanzó una altitud máxima de más de 100 kilómetros, lo que se considera el límite del espacio exterior. Después, el cohete se estrelló en el desierto de Nuevo México, donde se recuperaron las fotos.
La primera foto de la serie muestra la curvatura de nuestro planeta y el contraste entre el cielo oscuro y la superficie iluminada por el sol. Es una imagen histórica que nos revela la belleza y la fragilidad de nuestro hogar cósmico.
Esta fue la primera vez que los humanos pudieron ver la Tierra desde el espacio, pero no sería la última. Con el desarrollo de la carrera espacial y la exploración lunar, se tomaron muchas más fotos de nuestro planeta desde diferentes ángulos y distancias. Una de las más famosas es la llamada “canica azul”, que fue tomada por los astronautas del Apolo 17 en 1972. En ella se ve la Tierra como una esfera azul y blanca suspendida en la inmensidad del espacio.
Las fotos de la Tierra desde el espacio nos han permitido apreciar mejor nuestro lugar en el universo y tomar conciencia de los desafíos ambientales que enfrentamos. También nos han inspirado a seguir explorando las maravillas del cosmos y a buscar nuevas formas de entender nuestra realidad.