Este hallazgo podría cambiar la manera en que los científicos explican el origen de estas explosiones de rayos gamma
Científicos descubrieron una fuerte explosión de radiación (llamada implosión de rayos gamma) que surgió de la fusión de dos estrellas de neutrones, así como de una implosión conocida como "kilanova", la cual derivó del choque cósmico, según reveló un estudio de la revista Nature. Esto podría cambiar por completo los conceptos previos de los estallidos de rayos gamma en el mundo de la astronomía.
Estos estallidos de rayos gamma (GRB, por su siglas en inglés) podrían cambiar la manera en la que comprendemos las explosiones más poderosas del universo, pues previo al hallazgo, se creía que estos estallido se originaban de la destrucción de estrellas masivas. Ahora, con la nueva evidencia los astrónomos podrían creer que en realidad, surgen de la combinación de dos estrellas de neutrones.
El descubrimiento se dio luego de que en diciembre de 2021 se detectara una emisión de GRB de 50 segundos de duración. Tras estudiar los efectos de su iluminación posterior (un gran estallido de luz que prosigue a una supernova), se encontró evidencia de una kilanova, un evento singular que ocurre cuando una estrella de neutrones se fusiona con otra o con un agujero negro.
"Este evento representa un cambio de paradigma emocionante en la astronomía de implosiones de rayos gamma", afirmó en una declaración para medios Jillian Rastinejad, candidato a doctorado de la universidad de Northwestern y quien estuvo a cargo del estudio.
Actualmente se conocen dos tipos de implosiones de rayos gamma: las que duran menos de dos segundos y las que se prolongan por más tiempo. Los científicos consideran que ambos fenómenos podrían tener causas distintas.
El descubrimiento
El telescopio del observatorio de Alerta de Neil Gehrels Swift y el telescopio espacial de Rayos Gamma Fermi fueron los que detectaron una luz brillante de rayos gamma llamada GBR21121A, localizada a 1.1 billones de añoz luz de nuestro planeta (una distancia bastante cercana), por lo que diversos científicos se lanzaron a examinarla a detalle. Lo que encontraron fue que no se trataba del colapso de una estrella masiva, como creyeron originalmente y como todas las teorías apuntaban, sino a la fusión de las dos estrellas.
Tras revisarla por medio de imágenes infrarrojas, el equipo encontró un objeto que se desvaneció casi de inmediato. Las supernovas no suelen desaparecer de vista tan rápido y estas suelen ser mucho más brillantes, por lo que los investigadores se dieron cuenta de que estaban ante algo inesperado y que anteriormente se creía impsoible.
"Cuando entré a este campo hace 15 años, estaba escrito en piedra que las implosiones largas de rayos-gamma provenían de los colapsos de estrellas masivas. Este descubrimiento inesperado no sólo representa un cambio mayor en nuestra comprensión, sino también abre ventanas hacia un nuevo horizonte de conocimientos", dijo Wen-fai Fong, autor senior del estudio que se publicó en la revista Nature.
Con la ayuda del telescopio avanzado James Webb, los astrofísicos podrán desentrañar las pistas de la kilonovae, pues este aparato es capaz de tomar imágenes con los elementos específicos que el hallazgo requiere.