Un verdadero acto de magia
LG presentó durante la feria CES en Las Vegas su próxima televisión inteligente de alta tecnología, la OLED M3, cuyo principal atributo es la ausencia de puertos HDMI, ya que transmite audio y video en calidad 4K y a 120 Hz desde una caja independiente mucho más discreta y movible, gracias a su pequeño tamaño.
Durante la mayor feria electrónica del mundo hemos visto toda clase de gadgets y productos de la más avanzada tecnología, sin embargo, las primeras televisiones que prometen decir adiós a la conexión tradicional se han promocionado como los productos que "cambiarán" para siempre el concepto que tenemos del entretenimiento casero.
En el caso de LG, su próxima OLED M3 funciona con una caja externa que cuenta con tres entradas HDMI, dos puertos USB y otro para conexiones de ethernet. El dispositivo recibe el nombre de "Zero Connect" y transmite de forma inalámbrica el audio e imagen en tiempo real. Además, quienes cuentan con una barra de sonido pueden conectarla para una mayor inmersión.
Por último, LG no difundió información sobre la fecha de lanzamiento del producto, ni mucho menos el precio que tendrá, si bien aclaró que la caja puede transmitir contenido hasta a un metro de distancia de la televisión.
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Una televisión genuinamente inalámbrica
Otra propuesta igualmente innovadora es la que hizo la empresa Displace, enfocada a productos de entretenimiento, ya que esta iniciativa busca desarrollar televisores inteligentes OLED de hasta 55 pulgadas que no requieren de conexión eléctrica alguna para funcionar.
Este producto, de acuerdo con información de El País, pesaría aproximadamente 9 kilogramos y sería capaz de reproducir contenido en 4K sin dificultades, convirtiéndose en un dispositivo de gran interés para quienes desean transportar sus televisiones con facilidad.
La televisión de Displace es inalámbrica en todo sentido, por lo que no requiere enchufarse a una toma de corriente por medio de un cable. Esto lo consigue gracias a cuatro baterías recargables en su interior, las cuales prometen rendimiento de hasta un mes bajo uso diario de seis horas. En cuanto a su carga, debería ser capaz de completarse en una hora, aún con la Smart TV en uso.
Lamentablemente la revolución tiene su coste, y este producto cuasi milagroso se espera que tenga un coste de 2,099 dólares a finales de año en Estados Unidos, volviéndola prácticamente inaccesible para la mayor parte de la población. Sin embargo, su tecnología nos ofrece un vistazo al tipo de productos que nos depara el futuro.
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