Por lo general al hacer una reserva, entre más te acercas a la fecha del viaje, más pagas.
Esto se debe a que hace tiempo las aerolíneas se dieron cuenta de que los viajeros de negocios tienden a organizar reuniones de último minuto y son menos flexibles.
1. Asegúrate de usar una herramienta que busque en las principales webs y agencias de viaje.
En lugar de tener varias ventanas de tu navegador abiertas a la vez y tratar de averiguar qué tasas adicionales oculta cada web, puedes verlo todo en una sola web.
2. Sé flexible con tus fechas de viaje y consigue el mejor precio en tu vuelo.
Es probable que descubras que viajar en sábado es más barato que en domingo, o que entre semana (martes y miércoles) conviene más que el lunes o el jueves o viernes. Y no te olvides: siempre puedes hacer una escala de un día entera en otra ciudad y conocer otro lugar mientras ahorras dinero.
3. Evita viajar en temporada alta.
Notarás que es buena idea viajar cuando otros no quieren. No es solo porque es más probable encontrar vuelos más baratos, sino que las filas son más cortas. En vez de viajar en verano, hazlo en primavera o en otoño, cuando el clima sigue siendo agradable, los precios son más bajos y no hay tantos turistas
4. La ubicación es clave: vuela a aeropuertos alternativos.
Tan pronto tengas una idea de adónde quieres ir o si quieres aprovechar los fines de semana largos, asegúrate de tener siempre esta guía a la mano y buscar tips ahí.
5. Prepárate para viajar de noche o en horarios menos comunes.
Estos horarios varían según la ruta, pero las salidas muy temprano o muy tarde suelen ser las menos populares para la mayoría, por razones obvias. Ajusta la barra de horarios de despegue y aterrizaje en los filtros de la columna izquierda cuando carguen tus opciones de vuelos y verás cómo cambian los precios según las horas de vuelo.