La medida complementaría el plan de Microsoft por reducir su huella ambiental y ofrecer opciones a sus clientes dentro de esta línea
El mercado tecnológico busca con urgencia dar con modelos de producción más amigables con el medio ambiente. La crisis climática es el principal motivo, pero también las regulaciones impuestas en países clave dentro del mercado, como la Unión Europea, lo cual lleva a todo tipo de empresas a formar estrategias y compromisos en el largo plazo para reducir sus impactos ecológicos.
En fecha reciente, Microsoft anunció que sus consolas Xbox Series X y S van a incluir en su menú de configuraciones una opción para disminuir el impacto energético de la consola, así como una representación gráfica de la electricidad que desperdicia, así como una opción ahorradora de energía y modos de desuso.
Las medidas fueron dadas a conocer en el programa de Xbox Insider por medio de un cuestionario, y estas funciones también se aplicarían de cierto modo en los juegos distribuidos o hechos por Microsoft, tanto para consolas como para PC y desde luego, su nueva plataforma de streaming de videojuegos en la nube, el Xbox Game Pass.
En el caso de los videojuegos, los modos ahorradores de energía de Microsoft reducirían los cuadros por segundo, la resolución de los títulos y otras medidas que mitigen el impacto de potencia que puedan exigir a los equipos y por ende, el consumo energético.
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¿Simple consulta o parte de un plan más elaborado?
Hay que reducir las especulaciones: las consultas no implican decisiones inamovibles. Es poco probable que los proyectos o iniciativas que Microsoft dejó entrever en el cuestionario lleguen por completo en el futuro, pero dado los compromisos de la compañía para emitir huellas de carbón cero para 2030, tampoco hay que descartarlas por completo.
El cuestionario se preocupa en saber los sentimientos de los clientes de Xbox y Microsoft sobre el consumo de energía, así como su postura sobre la crisis climática y lo que ellos estarían dispuestos a ceder con tal de contribuir de alguna manera.
Lo que hay que destacar es que no hay estudios científicos que indiquen que reducir la calidad de un videojuego contribuyan mucho a reducir el consumo eléctrico, ni qué tanto impacto tendría esto en gran escala. Sin embargo, sigue siendo una voluntad a favor del cambio, por lo que hay que seguirla con atención y de ser posible, ser más expresivos en los canales oficiales de Microsoft y Xbox para dejar en claro una opinión.
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