La compañía estadounidense busca evitar las trabas regulatorias a su compra de la empresa de videojuegos.
En un movimiento sorprendente, Microsoft ha anunciado que venderá a Ubisoft los derechos de streaming en la nube de los videojuegos de Activision-Blizzard, la compañía que pretende adquirir por 68.700 millones de dólares. Este acuerdo se activaría si Microsoft logra completar la compra de Activision-Blizzard y afectaría tanto a los juegos actuales de PC y consolas de la compañía como a los que se lancen en los próximos 15 años.
Según el comunicado de Microsoft, Ubisoft compensará a Microsoft por estos derechos con un pago inicial y con un mecanismo de precios al por mayor que incluye la opción de cobrar en función del uso. Bajo este acuerdo, Ubisoft podrá ofrecer streaming de juegos de Activision-Blizzard basados en sistemas operativos distintos a Windows, lo que ampliaría el alcance de su servicio Ubisoft+.
Microsoft dice que la venta de los derechos a Ubisoft asegurará que “Microsoft no estará en una posición de lanzar los juegos de Activision-Blizzard exclusivamente en Xbox Cloud Gaming o controlar los términos de acuerdos de licencia de juegos de Activision-Blizzard a servicios rivales.” Así, Microsoft pretende evitar las preocupaciones sobre el posible impacto negativo de la compra de Activision-Blizzard en la competencia y la innovación en el mercado del streaming de juegos en la nube.
La compañía francesa ha indicado que los juegos de ABK aparecerán en Ubisoft+ en el futuro, pero aún no tiene detalles exactos sobre cuándo o cómo. Ubisoft es una de las empresas líderes en el sector de los videojuegos, con franquicias exitosas como Assassin’s Creed, Far Cry o Just Dance.
Este nuevo acuerdo es un efecto del anuncio de la CMA (la autoridad de competencia en Reino Unido) de que ha impuesto una Orden Final que prohibe el acuerdo original “a escala mundial”. La propia CMA ha indicado que considera que la oferta de vender los derechos de streaming a Ubisoft se trataría de un nuevo acuerdo y por tanto ha abierto una investigación separada, cuyas conclusiones deberíamos conocer antes del 18 de octubre.
Recordemos que el principal motivo por el que las autoridades británicas no daban luz verde a la compra era precisamente el temor a que Microsoft pudiese monopolizar el mercado del streaming de juegos en la nube, al tener acceso exclusivo a los títulos más populares y rentables de Activision-Blizzard, como Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush.
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